lunes, 30 de marzo de 2009

La Promesa 9/12

De pronto entro una enfermera ya de edad, y nos dijo que alguien quería vernos (a los niños) y nos pedía que mostráramos nuestro ¿buen? comportamiento hacia él.

Y sin más ni más entró un señor que ya habíamos visto antes, ¡era un payaso!

La enfermera comenzó ha aplaudir y nos invitó a hacer lo mismo:

¡Vamos niños aplaudan! Y comenzó a cantar, hacer muecas y un sinnúmero de piruetas. Vestía un pantalón ancho de color azul, y una camisa amarilla con bolitas verdes.

Además tenia una vincha que decía: “Vivan los niños”. Mientras iba cantando nos entregaba un regalo y también golosinas. Nos hizo cantar hasta quedar totalmente afónicos. Fue muy gracioso.

Nuestros padres conversaban con Abigail que se había hecho amiga de Mamá.

Espero que te sanes pronto para que vuelvas a casa. ¿Te atienden bien acá?

Si, pero no entiendo aun porque estoy aquí.

¿Qué te duele? Le pregunte.

La cabeza, pero después ya no me acuerdo, no se porque.

Ya veras que te vas a sanar.

Eso me dicen los doctores.

Conversamos de nuestras cosas, de nuestros secretos. En la noche hay gente grita -me dijo asustado-. A veces son tan fuertes que nos despiertan.

Eso no va pasar contigo. Todos te extrañamos así que sánate pronto.

Miguel despídete de tu hermano que tiene que descansar. No, no puede ser… como me piden dejar de verlo, de tocarlo, de sentirlo Otro día vendrás a verlo.

No te vayas! mamá que no se vaya – replicó-

Mamá no quiero irme.

Mamá no quiero irme – dijo entre sollozos-

Renzo sujetaba a Miguel de las manos, llorando. Miguel también lloraba pidiendo a su Papá para no irse. Papá quiero quedarme!! Gritaba.

Miguel los médicos tienen que curarlo. Tenemos que irnos, así tu hermano estará mas rápido en casa.

Renzo tu hermano vendrá más seguido, de verdad.

La respuesta contundente de ambos era NO. No había razón para ellos, para ellos no existía la razón, solo los sentimientos, solo juntos se sentían completos, juntos la vida real, solo juntos la vida cobraba sentido, solo juntos.

Luego de un largo forcejeo los pudieron contener

Yo me quedaré contigo. El tiene que irse. ¿ok?

Renzo la miraba a los ojos sin contestarle, su pecho agitado por el llanto, su boca quiso hablar pero no pudo… solo un llanto agitado, casi ahogándose.

Gabriela se quedó con Renzo.

A pesar de todo Miguel estaba más tranquilo después de ver a su hermano, aunque estuviera enfermo pero igual le hizo bien verlo.

Han pasado cuatro días, sin dejar de verlo, y me pregunto porque no sale si él estaba bien; al menos cada vez que iba parecía de lo más normal. Bueno eso no dependía de mi.

Miguel contesta el teléfono - decía mi tía Gloria - .

Papá es para Ti.

No hay comentarios.: